Bruno Liljefors - Nationalmuseum, Public Domain
“La cantidad de abejorros en cualquier distrito depende en gran medida de la cantidad de ratones de campo, que destruyen sus panales y nidos. Ahora bien, la cantidad de ratones depende en gran medida, como todos saben, de la cantidad de gatos. Por lo tanto, es bastante creíble que la presencia de un felino en grandes cantidades en un distrito pueda determinar, mediante la intervención primero de los ratones y luego de las abejas, la frecuencia de ciertas flores en ese distrito.”
De acuerdo a la importancia de sus interacciones ecológicas o de su importancia para la conservación, las especies se han clasificado de distintas formas.
Especies con efectos desproporcionadamente grandes en la estructura y composición del ecosistema. Su pérdida o invasión tiene fuertes impactos en la integridad ecológica. El nombre de angulares proviene de la piedra angular que sostiene ciertos arcos. Algunos ejemplos son:
El ecólogo estadounidense Robert T. Paine (1933-2016) introdujo este concepto con uno de los primeros estudios de ecología experimental. Al remover las estrellas de mar de ciertos lugares, la diversidad de especies disminuyó. Estos depredadores no permitían que sus especies presas se volvieran dominantes en el ecosistema. Su trabajo original publicado en 1966 revolucionó el campo de la ecología de las interacciones.
Recientemente, se ha propuesto que muchas especies exóticas invasoras se convierten en clave en los ecosistemas que colonizan como las ratas en islas, algunas plantas como la guayaba en las islas del Océano Índico.
Especies con requerimientos amplios de espacio (distribución) y de recursos cuya protección, beneficiaría a otras. Algunos ejemplos son el jaguar y el puma.
El conservacionista Robert Wilcox (1984) fue el primero en acuñar el término de “especie sombrilla”, aunque el concepto ya era utilizado en la literatura de conservación.
Especies carismáticas que se han seleccionado para promover la conciencia sobre temas de conservación por su popularidad con la sociedad, como el ajolote mexicano, jaguar, flamenco y el cóndor de California.
El término de especies bandera se hizo popular en los 1980s por el ecólogo conservacionista Michael Soulé (1936-2020), promotor de la biología de la conservación.
Las especies indicadoras son aquellas que su distribución y abundancia reflejan condiciones del estado del ecosistema. Pueden ser útiles para reconocer cambios en el ecosistema sin tener que medir demasiados componentes. Estas especies deben ser sensitivas a cambios, respuestas rápidas y de fácil observación. Deben tener respuestas claras, medibles y predecibles y ser representativas del ecosistema.
Para conocer el estado de salud de ecosistemas acuáticos se han utilizado ciertos macroinvertebrados que son sensitivos a la contaminación como efímeras (Ephemeroptera), moscas de roca (Plecoptera) y frigáneas (Trichoptera), caballitos del diablo (Odonata).
También se utilizan grupos indicadores, por ejemplo los anfibios por su sensibilidad a cambios ambientales como contaminación, pérdida de hábitat.
También llamadas especies de importancia cultural, son especies que configuran la identidad cultural de un pueblo (peyote-wiraxica, ceiba-maya, maíz, palo fierro-comca'ac, konkaak o seris, mariposa cuatro espejos-tenabaris-yoremes o mayos). Tienen papeles fundamentales en la medicina, materiales, dieta o prácticas espirituales. También contribuyen desde el punto de vista simbólico, lingüístico, entre otros.
La identificación de estas especies puede tener mayor impacto en las acciones de conservación local ya que la gente promueve la presencia, abundancia y/o persistencia de esas especies. Por otro lado, la pérdida de estas especies resultará en impactos económicos, culturales y espirituales.
En México el 23% de la flora (alrededor de 5,000 especies) tienen uso tradicional. Más de 4,000 especies se utilizan en la herbolaria (Boege 2008).
Algunas especies pueden representar dos o tres papeles simultáneamente y se ha sugerido la adopción de la dupla de especies clave y especies sombrilla.
"Conservar cada engranaje y rueda es la primera regla de cualquier reparación inteligente."