La conservación de la naturaleza requiere herramientas que permitan conocer, evaluar y seguir la dinámica de los ecosistemas y las especies. Dos de las herramientas más comunes en el estudio de la biodiversidad son el inventario biológico y el monitoreo biológico. Aunque ambos comparten la finalidad general de proporcionar información sobre los organismos vivos y su entorno, difieren en sus objetivos, métodos, alcances y aplicaciones.
Santa Catarina Ixtepeji, Oaxaca | @Omar Luis
La biodiversidad incluye regiones, ecosistemas, especies y diversidad genética. Además, cada nivel incluye la composición, estructura y función, por lo que para los inventarios y monitoreos se requieren indicadores distintos (Noss 1990).
Indicadores para inventarios y monitoreos para cuatro niveles de organización (Modificado de Noss 1990).
Cuatrociénegas, Coahuila, México | ©David Torres
Xilitla, San Luis Potosí, México | ©Alejandro Aznar
Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, Michoacán, México
Xilitla, San Luis Potosí, México | ©Alejandro Aznar
Un inventario biológico es una recopilación sistemática de información sobre las especies presentes en un área determinada en un tiempo determinado. Su objetivo principal es documentar la presencia de especies. Puede incluir información sobre la abundancia y distribución local de especies, así como caracterizar hábitats, ecosistemas y otros aspectos del entorno natural. Para esto último, se requiere hacer un inventario con diseño, es decir, identificar distintos hábitats para que sean muestreados.
Generalmente, se trata de un estudio puntual o de corto plazo, cuyo propósito es establecer una línea base del estado biológico de un sitio. Los inventarios pueden enfocarse en un grupo taxonómico (como aves, plantas o insectos), en un ecosistema particular, o bien, ser integrales. La ciencia ciudadana (iNaturalistMX) tiene como resultado inventarios que se extienden en el tiempo.
La confiabilidad de los inventarios biológicos requiere conocer los distintos sesgos en la observación y registro de las especies. Existen sesgos de participación (quién y dónde se observa a gran escala), de detectabilidad (especies fáciles de observar), de muestreo (decisiones de espacio y tiempo) y de preferencias (especies carismáticas, en floración, etc.) (Carden et al. 2024).
Los resultados del inventario se irán fortaleciendo con la participación continua a través del tiempo (estacionalidad) de distintos tipos de observadores.
Es importante que la riqueza y composición de especies en un inventario tengan un espacio de referencia para poder llevar a cabo comparaciones sobre las especies presentes y las especies faltantes.
En 1998 se inició el inventario en la Reserva de la Biosfera y Parque Nacional de las Great Smoky Mountains (2114 km2), parte de la Sierra de los Apalaches en los estados de Tennessee y Carolina del Norte. El inventario intenta responder cuatro preguntas: ¿Cuáles especies viven en esta área? ¿En que parte viven? ¿Qué tan raras o comunes son? y ¿Cómo interactúan entre ellas? A la fecha se han registrado más de 22 mil especies, de las cuales 11 mil son nuevos registros para la Reserva y mil especies son nuevas para ciencia. Del total de especies la mitad son insectos (DLiA 2025).
Atardecer en el Parque Nacional Great Smoky Mountains, desde el mirador de Morton
El monitoreo biológico, por otro lado, es un proceso continuo o periódico que busca detectar cambios en el tiempo en la abundancia, composición, estructura, distribución de las especies o de su función en el ecosistema. Su objetivo es conocer su dinámica, observar tendencias poblacionales, detectar posibles impactos (naturales o antropogénicos) y evaluar la efectividad de medidas de conservación o manejo ambiental.
El monitoreo requiere de un muestreo sistemático y periódico, es decir utiliza un diseño experimental estandarizando las unidades de muestreo (espacio y tiempo). Para el monitoreo es importante decidir el tamaño de las unidades de muestreo, y tener un diseño que permita hacer comparaciones.
La confiabilidad de los monitoreos biológicos también requiere conocer los distintos sesgos en la observación y registro de las especies (Carden et al. 2024).
Uno de los programas de monitoreo ecológico a nivel comunitario de más duración se ha desarrollado en el Yukón, Canada (Krebs et al. 2023). Este programa iniciado en 1973 conduce el monitoreo de la producción de conos de picea blanca, la producción de frutos de baya de cuervo y baya de bisonte, la abundancia de hongos y la abundancia de pequeños mamíferos: topillo de espalda roja y ratón norteamericano, ardilla roja, liebre americana, y carnívoros como lince canadiense, coyote, zorra roja, marta, y armiño en cinco regiones del Yukon en el bosque boreal del norte de Canada.
Picea blanca | ©Emma Louis Goffin
Baya de bisonte | ©Bendingtree
Topillo de espalda roja | ©Kjell M. Sarre
Lince | ©Jimmy Dee
Marta | ©Ben Zerante
Liebre americana | ©DaveDrum
Inventario | Monitoreo | |
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Objetivo | Documenta la riqueza biológica, (identidad de las especies). Es importante considerar una serie de sesgos de muestreo. | Determina cambios en la riqueza biológica que suceden en relación a la estacionalidad, fenómenos naturales, acciones de manejo o impactos ambientales. |
Temporalidad | No requiere de un muestreo sistemático, a menos que se requieran hacer comparaciones con otros sitios. Nos presenta una “fotografía” del sitio en un momento determinado. | Es dinámico: implica observaciones recurrentes y estandarizadas en el tiempo para analizar tendencias y cambios. Nos presenta una “película” del sitio en el tiempo. |
Diseño | Puede realizarse con mayor flexibilidad metodológica, y en general no requiere replicación temporal. | Requiere un diseño riguroso y reproducible, con muestreo estandarizado y sistemático. |
Resultados | Lista de especies, y posiblemente abundancia relativa, distribución en hábitats, dependiendo del diseño de muestreo. | Produce tendencias temporales, y análisis de cambio o estabilidad ecológica. |
Aplicaciones | Es útil como diagnóstico inicial, base para estudios de planificación de conservación o de impacto ambiental | Se utiliza para entender las tendencias de las especies, detectar especies invasoras, evaluar la efectividad de políticas ambientales, o responder ante efectos del cambio climático, entre otros. |
Tanto el inventario biológico como el monitoreo biológico son herramientas esenciales para el conocimiento y conservación de la naturaleza. Mientras el inventario ofrece un panorama general del estado actual de un ecosistema, el monitoreo permite evaluar sus tendencias a lo largo del tiempo.
Son enfoques complementarios: Un inventario bien realizado puede ser la base para un programa de monitoreo, y este último, a su vez, puede indicar la necesidad de nuevos inventarios en áreas poco exploradas o con cambios significativos. Entender sus diferencias y potencialidades es fundamental para diseñar estrategias efectivas de manejo ecológico y conservación.