Jardines Botánicos

Jardín Botánico
El jardin botánico cerca del Puerto Orotava de Tenerife | Alfred Diston (Inglés, 1793-1861)

Entre los lugares maravillosos frecuentemente visitados por los naturalistas se encuentran los jardines botánicos. Estos increíbles espacios contienen colecciones documentadas de plantas vivas, tanto nativas como exóticas. Su objetivo es la investigación, conservación, educación y recreación. Los jardines brindan una oportunidad de conocer una gran diversidad de plantas y además, muchos animales que los consideran su hogar.

Los jardines botánicos han sido importantes desde tiempos antiguos. El conocimiento de las plantas, sus características y propiedades ha sido elemental para la mayoría de las culturas. Entre los jardines más antiguos registrados en México se encuentran los jardines de Tezcutzingo, Texcoco, del tlatoani Acomiztli Nezahualcóyotl (1402-1472), el de Oaxtepec de Moctezuma Ilhuicamina (1440-1469), quinto tlatoani mexica y más tarde de su nieto Moctezuma Xocoyotzin (1466-1520), y el de Iztapalapa, de Cuitláhuac II (1476-1520) también nieto de Moctezuma I.

"Tienen muchos cuartos altos y bajos, jardines muy frescos de muchos árboles y flores olorosas, ansimismo albercas de agua dulce muy bien labradas con sus escaleras hasta el fondo. Tiene una muy grande huerta junto a la casa..." Sobre el Jardín de Iztapalapa. 2nda Carta de Relación. Hernán Cortés (1520).

Códice Badiano
Libellus de medicinalibus indorum herbis, Códice de la Cruz-Badiano, | Martín de la Cruz y Juan Badiano (1553)

Las seductoras especias, como la pimienta, el jengibre, el clavo, la nuez moscada, entre otras, nativas de las islas Molucas en Indonesia y otros lugares remotos, habían sido el atractivo de los exploradores navegantes desde el S. XV y la ambición de varios imperios (Español, Portugués, Inglés, Francés, Países Bajos) para monopolizarlas con fines económicos. Una vez que las especias dejaron de ser monopolio de los Países Bajos en el S. XVIII, los jardines botánicos se multiplicaron para seleccionar y aclimatar las plantas y llevarlas a regiones remotas.

Plantade chile
Estudio de planta con chiles. | Maria Sibylla Merian (alemana) 1647-1717

Picante pero sabroso. Aunque no encontraron las islas de las especias, los españoles se encontraron con una nueva especia: el chile. Cultivado por más de 6,000 años, y con más de 100 morfotipos que se consumen, frescos y secos, solos, rellenos, en salsas, y bebidas.

De las 27 especies del grupo de los chiles (Capsicum), cinco se cultivan. Dos especies se domesticaron en México: el chile (poblano mulato/mulato, poblano/ancho, jalapeño/chipotle, serrano/morita, etc.) y el chile tabasco. Dos especies son introducidas: el rocoto o manzano de Bolivia y Perú y el aji habanero.

En México también se utiliza la variedad silvestre conocida como piquín o chiltepín.


En Nueva España se funda el Real Jardín Botánico del Palacio Nacional en 1787 por el médico y botánico español Vicente Cervantes Mendo (1758-1829) miembro de la Real Expedición Botánica a la Nueva España. Una de las funciones del jardín fue apoyar la primera cátedra de Botánica en la Nueva España, donde se formó el gran naturalista novohispano José Mariano Mociño (1757-1820).

En México se han registrado alrededor de 25 mil especies de plantas. Actualmente, los jardines botánicos cultivan aproximadamente 5 mil especies (Dávila et al. 2022).

Referencias

  • CONABIO. 2023. Jardines botánicos de México 
  • Dávila, P. et al. 2022. Wild plant conservation in Mexico in the 21st century. Botanical Sciences 100.
  • Linares, E. 1994. Los jardines botánicos de México, su historia, situación actual y retos futuros. Revista Chapingo, Serie Horticultura 2:21-42.
  • Raschke, A.B., K.V. Pegram, N.A.Melkonoff, J. Davis and S. Blackwell. 2022. Collaborative Conservation by Botanical Gardens: Unique Opportunities for Local and Global Impacts. Journal of Zoological and Botanical Gardens. 3(3):463-487
  • Vega y Ortega, R.A. 2017. Los colectores del jardín botánico de la Ciudad de México, 1823-1834. pp. 75-97en G. Ossenbauch et al. (eds). Gregorio Weinberg, escritos en su honor. CLACSO, Buenos Aires