¡Hay que ser original! Pecaríes albinos en el Cerro de la Silla en Monterrey

Foto: Nayelli Rivera

Al parecer los pecaríes albinos registrados son parte de una manada de alrededor de una docena de individuos de coloración normal. El naturalista arturo3 recordó que había leído sobre pecaríes albinos precisamente en Nuevo León. Esta observación fue compartida en la Revista Entorno de la Universidad Autónoma de Nuevo León por los naturalistas aztekium y biolily en 2017. Otros naturalistas han continuado reportando a esta familia bicolor en 2015 (raulernestoo3), 2016 (caracoldelluvia), 2017 (bionayelli), 2018 (gonzalezii), 2019 (braytonidae). En 2019 el naturalista manuelnevarez documentó una cría albina.

Aunque en la naturaleza las variaciones en la pigmentación de los animales son el pan de cada día, el albinismo no es común. El albinismo es causado por un gen recesivo, por lo que solo se manifiesta cuando los dos progenitores lo transfieren. El resultado es una falta del pigmento melanina en la piel y los ojos. Los albinos suelen tener los ojos muy claros (azules) o bien rosados o rojos, lo que los hace más sensibles a la luz. El leucismo también es una falta de pigmentación, pero en este caso no sucede en los ojos. 

Los individuos albinos en cualquier especie tienen un mayor riesgo de ser depredados, primero porque pierden la ventaja que les da el camuflaje de su pelo o piel, y segundo porque su vista es afectada. Quizá debido a la conducta social de los pecaríes que viven en grupos familiares y se protegen es la razón por la cual se ha mantenido esta población con individuos albinos.

El pecarí de collar es una de las dos especies de pecaríes que viven en México. Ocupa todo el territorio mexicano con excepción de la península de Baja California. El pecarí de labios blancos está restringido a Chiapas y el sur de la península de Yucatán.