Pronosticando la distribución de chinches besuconas
Las chinches besuconas no son muy populares en sus vecindarios. Estas chinches se alimentan de sangre de mamíferos y transmiten un protozoario que causa la enfermedad de Chagas o tripanosomiasis americana. Los afectados tienen problemas en el corazón, esófago e intestino con reducción de la calidad de vida y potencialmente la muerte.
El grupo de las chinches (Hemiptera) incluye alrededor de 80,000 especies, aunque todas comparten una boca adaptada para “cortar y chupar”, la mayoría se alimentan de la savia de las plantas, otras se alimentan de sangre y muchas otras son depredadores de pequeños insectos.
Utilizando las observaciones de iNaturalist de tres especies de estas chinches se hicieron modelos de su distribución potencial para identificar los ambientes en donde se pueden distribuir más allá de los sitios de las observaciones. Los modelos de distribución potencial de especies, también llamados modelos de nicho ecológico han sido una herramienta muy útil en el entendimiento de la distribución geográfica de las especies. Se han utilizado en el control de especies invasoras, evaluación de riesgo, planeación para la conservación, estrategias de monitoreo y predicción de dinámicas bajo distintos escenarios de cambio climático.
Estos modelos se construyen utilizando dos tipos de datos: datos de la presencia de especies (muchas veces limitados) y datos ambientales (clima, estacionalidad, suelo, topografía, cobertura forestal, etc.). Los modelos identifican áreas con condiciones ambientales similares a donde ocurren las especies bajo estudio. Al desarrollar estos modelos los investigadores pudieron determinar con alta confiabilidad en que lugares del sur de Estados Unidos y norte de México hay mayor probabilidad de encontrar estas chinches y por lo tanto en donde deben estar los esfuerzos de vigilancia para la salud humana.
Afortunadamente, con la participación de la sociedad en la ciencia ciudadana, la información sobre la presencia de especies ha ido creciendo substancialmente, aumentando la posibilidad de desarrollar los modelos de distribución potencial. En el estudio se incluyeron 722 observaciones (noviembre 2023) de siete especies de chinches besuconas de Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Texas, Utah, Baja California, Coahuila, Chihuahua, Durango, Nuevo León, Sinaloa y Sonora.
Para la chinche besucona nariz de cono, en California y Baja California se ubicaron las áreas con mejores condiciones. Para la chinche rojiza las áreas más adecuadas son sur de California, Arizona, Nuevo México, y en México partes de Sonora, Chihuahua, Nuevo León y Coahuila. Finalmente, la chinche besucona doblada es la especie con la distribución potencial más amplia, que va desde Nuevo México hasta Chiapas (ver mapas).
En México se han registrado entre 18 y 24 especies de chinches besuconas. La más reportada es la chinche besucona pic que se distribuye en Veracruz, Tabasco, Chiapas y en la península de Yucatán. De acuerdo al Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud, en 2023 solamente en Aguascalientes y Colima no se reportaron casos de tripanosomiasis americana. Los estados con mayor incidencia fueron Veracruz, Oaxaca, Nuevo León, Yucatán, Hidalgo y Guanajuato.
Sería muy recomendable realizar estudios similares a los de la presente investigación con las especies del centro y sur de México (Veracruz, Yucatán, Oaxaca, Morelos, Chiapas, Jalisco y Estado de México).