Tortuga laúd
©Leonardo Martínez Campos
Tortuga lora
©world_lineage
Tortuga verde
©Selene E. Jacobo Cabral | iNaturalistMx
De las siete tortugas marinas que existen en el mundo, seis llegan anualmente a territorio mexicano en busca de lugares para reproducirse, alimentarse y desovar.
Las migraciones de tortugas marinas son fascinantes y son necesarias para la reproducción, búsqueda de alimento y de hábitats adecuados.
Después de su nacimiento en las costas mexicanas, las pequeñas tortugas recién salidas del huevo (eclosionadas) emprenden una peligrosa travesía desde el nido en el que emergen hasta el mar. Solo las tortuguitas más rápidas y fuertes tienen mayor probabilidad de llegar al agua y dejar atrás los peligros de la playa.
Las tortugas adultas regresan a las playas que las vieron nacer después de décadas para reproducirse y volver al mar. Este ciclo, dependiendo de la especie y las condiciones ambientales, puede ser anual, bianual o trianual como en el caso de la tortuga laúd.
En México, casi todo el año se pueden ver tortugas marinas ya que la mayoría regresa a las playas mexicanas entre los meses de abril a noviembre, como es el caso de la tortuga verde, la tortuga caguama, la tortuga carey, la tortuga lora, la más pequeña de todas y la tortuga golfina. Éstas últimas, prefieren las playas del Golfo de México y el Océano Pacífico respectivamente y sus arribadas son las más impresionantes por el número de tortugas que salen a las playas en cortos periodos de tiempo.
Caso diferente es la tortuga laúd, la tortuga marina más grande del mundo, ya que ella prefiere llegar a costas mexicanas durante el invierno.