Parque Lineal Ecoducto Río de la Piedad: un pequeño oasis de naturaleza
En medio de una de las zonas con más tránsito de la Ciudad de México, se creó un oasis de biodiversidad. Como todo oasis, su principal requisito es el agua. ¿Pero de dónde sacar agua? Aquí el agua no se convirtió en vino, las aguas negras se convirtieron en aguas limpias.
Este proyecto inaugurado en 2017 extrae 30 mil litros diarios de aguas negras (residuales) del entubado río de la Piedad sobre el Viaducto al oeste de avenida Insurgentes y División del Norte en la Ciudad de México. El agua extraída pasa por ocho biodigestores y cuatro tipos de humedales con plantas acuáticas que remueven los contaminantes: sólidos suspendidos, metales pesados, exceso de nutrientes, microorganismos patógenos.
El ecoducto limpia el agua, ahorrando tratamientos costosos, y el agua se utiliza para regar las jardineras del corredor de 1.6 kilómetros. Además, la vegetación capta bióxido de carbono, produce oxígeno, disminuye el calor, el ruido y ofrece una oportunidad recreativa a los vecinos, en medio de la gran ciudad.
En donde había solo tres especies de plantas hace algunos años, ya se han registrado 145 especies de plantas y animales, a una gran visión de la sociedad civil (el extinto Cuatro al Cubo), la colaboración de varias universidades y a la participación de 43 naturalistas registrando a los colonizadores.
En 2018 se inició la recopilación de observaciones a través de la plataforma iNaturalistMX en el proyecto llamado Ecoducto Parque Lineal Viaducto, CMDX. La mayoría de las observaciones son de plantas ornamentales que se han integrado en los jardines con algunas espontáneas. Entre los animales, se han registrado siete especies de aves, cinco mariposas, una abeja y dos abejorros, chapulines, libélulas y caballitos del diablo, caracoles, y hasta un par de especies de peces. Todos los animales han llegado por sus propias patas, alas, o huevecillos transportados.
¿De dónde vienen las aguas negras?
Desde la Sierra de las Cruces en el occidente de la cuenca nacen varios ríos que alimentaban al gran Lago de Texcoco. El río Becerra que nace en el Desierto de los Leones y pasaba por el antiguo potrero “Becerra”, desciende en dirección oriental por las alcaldías de Cuajimalpa y de Álvaro Obregón (San Antonio) transportando un generoso cóctel de materia orgánica (eufemismo), bacterias coliformes fecales, nitrógeno, fósforo, además de aceites, fármacos, productos de higiene personal y químicos industriales, entre otros ingredientes. Después de la Presa Becerra el río viaja entubado.
De forma paralela un poco más al norte el río Tacubaya proveniente de la parte alta de Cuajimalpa desciende por las alcaldías de Cuajimalpa, Álvaro Obregón y una sección de la Miguel Hidalgo. Este río se entuba después de la Presa Tacubaya con un contenido similar al de su compañero de viaje. Ambos ríos se juntan ya bajo tierra precisamente en el Viaducto Rio Becerra y en el Viaducto Piedad apenas 130 metros antes de que se inicie el Ecoducto.
El río de la Piedad, fue entubado desde 1942 y es conocido como Viaducto Piedad o Viaducto Miguel Alemán. Recibió su nombre del pueblo de pescadores, la Piedad Ahuehuetlán (lugar de los ahuehuetes) en donde se encontraba la advocación a la Virgen de la Piedad. Ahora se ha transformado en la colonia La Piedad Narvarte.
Antes de la creación de la iniciativa, se registraron tres especies de plantas. A la fecha en el Ecoducto se han registrado con iNaturalistMX alrededor de 140 especies, la mitad son plantas cultivadas y voluntarias y la otra mitad son animales, que incluyen varias especies de polinizadores como abejas, abejorros, mariposas y polillas.
Es increíble que un espacio tan pequeño, ya que el camellón del Viaducto tiene apenas 10 metros de ancho, se haya podido instalar un sistema que reutiliza las aguas negras después de un tratamiento con plantas acuáticas. El resultado son 1.6 kilómetros de vegetación que además de mejorar el paisaje urbano y la experiencia de los vecinos al caminar por el ecoducto, crea hábitat para un sinnúmero de especies silvestres.
Este es un gran ejemplo de lo que se puede hacer en muchas partes de la Ciudad de México y en muchas otras ciudades, utilizando soluciones basadas en la naturaleza, como son los humedales construidos. Por ejemplo, en los Viveros de Coyoacán por donde pasa el contaminado río Magdalena se podría hacer algo similar y utilizar la infraestructura de canales para regar a sus ecosistemas. En este legendario parque ya se han registrado 1310 especies de plantas, hongos y animales gracias a la participación de 487 naturalistas. En este espacio de 39 hectáreas se han registrado más de 100 especies de aves y más de 100 especies de mariposa y polillas.
Existen muchos otros ejemplos de sitios en donde este tipo de proyectos de infraestructura verde se podrían implementar en la Cuenca de México. Además, también es un gran ejemplo de cómo la sociedad puede contribuir a documentar los resultados de un proyecto de infraestructura verde en la ciudad.
Visita el Parque Lineal Viaducto y no olvides ¡subir tus observaciones a iNaturalistMX! Y ser parte de la ciencia ciudadana.
Carlos Galindo Leal y Alejandro Alva Martínez